La temperatura del estanque, a pedir del pacú

Investigadores de la Facultad Regional Resistencia de UTN se encuentran desarrollando un modelo de colector solar especialmente diseñado para estanques de piscicultura. El objetivo es extender el período durante el cual se mantienen las condiciones productivas adecuadas para el cultivo del pacú durante el invierno.

El pacú goza de un sólido prestigio entre los amantes de la carne de pescado, e incluso hay quienes dicen que es el pez de río más sabroso que existe, desplazando al dorado, al surubí y al salmón. Su abundante carne blanca, que lo hizo merecedor del apodo de lechoncito de río, se puede degustar tanto horneada como a la parrilla, y, para quienes se preocupan por comer de manera saludable, podemos también añadir que contiene elevados niveles de proteínas que ayudan a combatir los niveles altos de colesterol malo,incrementando el bueno, y que es una importante fuente de Omega 3 y 6. Dicen los que saben que el secreto de su sabor está en su alimentación: el pacú es un pez omnívoro, pero con preferencia por frutas silvestres, y particularmente por el matojo, que crece en las riberas de los ríos. Y si se trata de pacú de criadero, ni hablar: lleva una dieta estricta a base de alimentos balanceados que se preparan a partir de soja, sorgo, arroz y maíz.

En los últimos 10 años la cría de peces en el Nordeste Argentino, con el pacú como actor estelar, se fue consolidando de la mano de numerosas iniciativas, tanto gubernamentales como privadas. Como actividad económica, si se la compara con la pesca tradicional, la crianza de peces en estanques o piletas presenta numerosas ventajas: la comercialización, al no estar sujeta a la época de veda que rige para los ríos, no se discontinua, por lo que se pueden realizar ofertas durante todo el año; los peces de criadero están libres de contaminantes, ya que para la cría se utilizan aguas de procedencia y calidad controladas; y, desde el punto de vista ecológico, permite descomprimir la agresión sobre los recursos naturales. Sin embargo, la actividad encuentra unos cuantos escollos difíciles de resolver y que atentan contra su pleno desarrollo.El más relevante, sin duda, está relacionado con la temperatura del agua,probablemente la variable física más importante en la ecología acuática.

Los peces son animales poiquilotermos, como se denomina a aquellos cuya temperatura corporal depende de la temperatura ambiental. Ésta regula sus tasas de crecimiento,desarrollo y reproducción. Durante el invierno, cuando la temperatura del agua desciende por debajo de los 20 °C, los peces simplemente dejan de alimentarse,produciéndose un estancamiento del cultivo y acotando el período de producción a unos 200 o 250 días anuales. Y si nos toca un invierno extremo y prolongado(como el que tuvimos este año) la temperatura del agua del estanque puede descender a menos de 10 °C, con lo cual seguramente aparecerán enfermedades y muchos peces morirán.

¿Porqué resulta particularmente difícil controlar la temperatura del estanque? Una de las características más significativas del agua es que posee una elevada capacidad calorífica específica (o calor específico), una propiedad de las sustancias relacionada con la cantidad de energía necesaria para aumentar su temperatura. Esto significa que para aumentar la temperatura del agua es necesario que absorba mucho calor por unidad de masa. Si tenemos en cuenta que los criaderos de peces necesitan calentar grandes volúmenes, esto se traduce en costos muchas veces inalcanzables para los productores.

Si bien existe una variada gama de alternativas para incrementar la estabilidad térmica en acuicultura (invernadero, bombas de calor, calderas accionadas con combustible o resistencias eléctricas), estos métodos representan, por un lado,altos costos iniciales y operacionales para los productores, y, por otro, un impacto negativo para el ambiente a causa de la emisión de gases invernaderos.

Es así que el Grupo de Investigación en Tecnologías Energéticas Apropiadas (GITEA)de la Facultad Regional Resistencia de UTN, en articulación con el Instituto de Ictiología del Nordeste (INICNE), se propuso trabajar en una alternativa innovadora,económica y ambientalmente amigable: colectores solares flotantes.

Estos dispositivos fueron diseñados especialmente para captar la radiación solar directa y difusa durante el día y convertirla en un incremento de energía interna del agua del estanque. Simultáneamente, también durante la noche, permitirán reducir las pérdidas de calor por convección y la evaporación del agua,manteniendo la temperatura de la misma dentro de los rangos de confort y crecimiento constante del pacú y de las demás especies subtropicales cultivadas en nuestra región. Mediante el uso de este panel se pretende extender el período con las condiciones productivas adecuadas para el cultivo hasta al menos un 90% del periodo invernal.

Los colectores utilizan una superficie de captadores solares diseñada en función delas condiciones meteorológicas y ambientales, combinadas con los resultados obtenidos de bibliografía y de la experiencia práctica. Para ello, el equipo de GITEA cuenta con su propia estación meteorológica y construyó un pequeño estanque a escala en la terraza del laboratorio. Se fabricaron hasta el momento tres prototipos, cada uno con materiales diferentes, para ir evaluando su efectividad. Los materiales elegidos son: acetato, policarbonato y polietileno,con bases de plástico, poliestireno recubierto (el popular isopor) o madera, y uno de los prototipos fue diseñado con una pendiente que favorece el escurrimiento de gotas, evitando que la superficie se empañe y reduzca la entrada de luz solar.

“Si bien nos enfocamos en incrementar la temperatura del agua durante los meses de invierno, el objetivo es lograr mantener una temperatura constante durante todo el año. Hay que encontrar un equilibrio, porque si se incrementa en demasía disminuye el oxígeno disuelto en el agua, que es fundamental para la vida delos peces”, explican desde el equipo de GITEA.

Entre las principales características de estos colectores podemos destacar:

No utilizan energía eléctrica, ni tienen partes mecánicas en movimiento, como bombas o dispositivos similares.

Poseen acoplamiento modular, que permite agregar o quitar paneles, con el consiguiente aumento o reducción de la superficie de captación solar, de acuerdo a la temporada, el tamaño del estanque,  la especie cultivada, etc.

Son removibles, es decir que se pueden poner o quitar de la superficie del agua rápidamente y sin necesidad de herramientas, de acuerdo ala temporada del año y para operar en el estanque con las redes.

Fueron diseñados con materiales económico, por lo que su costo inicial es accesible a pequeños productores, y se pueden incorporar gradualmente en cantidad creciente.

Son autoportantes, es decir que no requieren ninguna estructura adicional y se mantienen flotando directamente sobre el agua.

Son livianos y transportables, de tamaño y peso adecuado para que un solo operario sea capaz de ponerlo en el estanque y también de removerlo fácilmente.

Son apilables, para facilitar su almacenamiento durante la temporada cálida, sin ocupar mucho espacio.

Son de fácil mantenimiento, ya que solo requieren una limpieza manual con una frecuencia anual.

Tienen una extensa vida útil, ya que resisten la exposición a la intemperie durante incluso varios años.

Para determinar las funciones de estos paneles, los investigadores de UTN realizaron una serie de entrevistas, tanto a piscicultores como a especialistas que, desde la biología, estudian las condiciones óptimas para el crecimiento y reproducción de los peces. Además del diseño, el proyecto contempla una modelización del comportamiento térmico de los estanques y su simulación mediante un software específico llamado TRNSyS, un programa muy utilizado en la simulación de sistemas solares.

Gustavo Figueredo, director del proyecto, asegura que, cumplidos los objetivos propuestos, esta investigación repercutirá favorablemente en el desarrollo dela piscicultura no solo en nuestra región, sino también a escala global, “ya que el problema que apunta a resolver es común a otras zonas que poseen condiciones climáticas similares”.

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